Dios en nosotros

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Encontrar a Dios

El Espíritu Libre

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¿Cómo encuentro al Espíritu Libre?

A muchas personas les resulta cada vez más difícil encontrar a Dios. Algunos se preguntan: ¿Dónde puedo encontrar a Dios?

Y otras, que antes asociaban a Dios con la iglesia o las religiones, puede que se hayan alejado hace tiempo de Él. Y, sin embargo, sigue existiendo el sentimiento de que hay una fuerza, un poder superior, un Ser que nos ama.

En este libro aprenderás que Dios es el Espíritu libre que no necesita instituciones, religiones ni mediadores, porque habita dentro de cada alma.

Cada uno de nosotros puede encontrar al Espíritu libre dentro de sí mismo, porque ¡Él está dentro de nosotros! Lo encontramos con una oración sincera hablada en nuestro interior con nuestras propias palabras. Lo encontramos en nuestros semejantes, y también en la naturaleza.

En este libro de Gabriele, la profeta y enviada de Dios, leemos que el Espíritu libre está también presente en todo lo que nos rodea. El está en cada animal, en la brizna de hierba, en la flor, en el majestuoso árbol… en cada piedra está Su fuerza divina.

¿Qué desea el Eterno, el Espíritu Libre, de nosotros, los seres humanos? Él nos dio Sus mandamientos a través de Moisés. Él trajo la enseñanza del amor al prójimo a través de todos los profetas.

Aprendemos que el amor vivo a Dios y al prójimo es la clave para encontrarle a Él, el Eterno Uno universal, dentro de nosotros – sin sacerdotes, iglesias o religiones.

Una pequeña prueba de lectura:

Así que no existe el Dios de los sacerdotes, sino el Uno, el verdadero Dios, en usted, en nosotros, en toda la creación. Una pregunta se oye cada vez con más intensidad: ¿Por qué permite Él todo esto?

Sí, ¿qué se supone que debe hacer Dios con el montón de escombros de lo demasiado humano? ¿Debería aplastarlo? ¿Debería destruirlo?
Él no necesita hacerlo, ya lo hacemos nosotros mismos, los seres humanos, porque hemos hecho de este mundo y de la Tierra lo que es, no Dios.

Él nos dio el libre albedrío, porque la vida, que es Dios, es libre.

El Eterno no obliga. No obliga a ninguna criatura. Él es la libertad y es el Espíritu de la vida.
Quien destruye voluntariamente la vida, está en contra de la vida, y se pone por encima del poderoso Espíritu, del Creador Uno universal.

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