En enero de 2024 ha comenzado el Nuevo Tiempo

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Es el tiempo de Cristo, la Era mesiánica, sofiánica, en la que únicamente será importante la Ley del amor a Dios y al prójimo: El Espíritu Libre, Dios en nosotros y nosotros en Dios.

Por eso, en la Era mesiánica, sofiánica, que ya ha comenzado es así: no hay santos, ni sacerdotes, ni pastores, ni obispos, ni eminencias y excelencias, ni iglesias de piedra, ni catedrales, ni agua bendita, ni sagrario, ni confesión, ni coacción de ningún tipo.

No en vano el Apocalipsis de San Juan se dice: «Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados ni recibáis sus plagas.»