eBook – Palabras del Padre también para ti

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Maravillosos principios de vida para el alma

Palabras del Padre también para ti

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Alimento para el alma

Este librito contiene maravillosos principios de vida para el alma, lleno de aforismos bellos, conmovedores y emocionantes. Son palabras del Padre eterno a su hijo, instrucciones para una vida consciente y positiva en Dios. En este librito, Gabriele nos hace partícipes de los dones del Espíritu de Dios que ella pudo recibir como hija suya. Las palabras del Padre eterno se dirigen también a nosotros, para que las aceptemos y las recibamos. Pues Dios, el Espíritu eterno, el Padre de todos nosotros, que nos ama incondicionalmente y anhela a cada uno de sus hijos, nos habla sin cesar en lo más profundo de nuestro ser. Este pequeño libro es un alimento para el alma, lleno de claridad y poesía, un eco de eternidad. Una invitación a un viaje de nuestra alma hacia una vida libre en la presencia de Dios.

Algunos extractos del libro:

Da las gracias por alegrías y penas

¡Hijo mío, aprende a dar las gracias correctamente! Mira, en la verdadera gratitud se encuentra una alegría infinita y altruismo. En la verdadera gratitud, que emerge profundamente del alma hacia Mí, el Eterno, se encuentra verdadero heroísmo. Aquel que da gracias por todo, también en enfermedades y necesidades, despierta en Mí, el Espíritu de la Vida.
La gratitud profunda regala alivio al alma y al cuerpo. La persona que da las gracias, se olvida de sí misma. Al olvidarte de ti mismo, hijo Mío, despierta en ti Mi fuerza que todo lo ordena y aclara, que resuelve y anula muchas cosas.

La eternidad es tu meta

Tú eres un hijo de la eternidad. ¡Sé consciente de ello!
No hay ninguna interrupción de la vida, ya que todo es vida. En todo el infinito no hay ningún estancamiento. Así tampoco en ti, en tu vida.

Permanece en Mí, en Mi luz

Tú debes ser el reflejo de Mi vida.
Lo que hagas, piénsalo bien. Pregúntate si Jesús de Nazaret habría actuado como tú deseas actuar. Observa tus pensamientos, tu forma de hablar y actuar, en la luz del Nazareno, y reconócete en ello como Mi hijo.
¡Dona luz siendo desinteresado, y la luz se hará en y alrededor de ti!