Vida es unidad

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Aforismos sobre la sabiduría de la vida

Vida es unidad

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Verdaderas pequeñas perlas

Un pequeño libro con un profundo contenido: maravillosos aforismos de sabiduría de vida, verdaderas pequeñas perlas, buenos pensamientos, transmitidos desde la sabiduría de los cielos a través de Gabriele, la profeta y enviada de Dios.
de igual modo que en lo más pequeño está contenido siempre el todo, en cada frase de este librito está contenida toda la sabiduría universal.

Los buenos pensamientos traen paz

Los textos sencillos y a la vez profundos nos permiten reconocer, por ejemplo, que los buenos pensamientos son como semillas que germinan en la tierra y producen lo que hay en ellas: paz, unión con Dios, compasión, cuidado, amor, confianza y el conocimiento de que en Dios no hay nada separado. Es la gran unidad de todo ser, la verdadera vida.

Vida consciente

Este librito con aforismos de sabiduría de vida puede ser una valiosa ayuda y un apoyo diario para cualquier persona que aspire a Dios. Porque quien siente en su interior la responsabilidad por la verdadera vida, tanto por sus semejantes como por la naturaleza, los animales, las plantas y los minerales, aspira con su vida consciente a valores éticos más elevados. Cultiva buenos pensamientos y crece así en la unión con Dios y en la compasión por todo lo que existe. Y experimenta que en Dios no hay separación, sino la unidad de toda la vida.

Extracto:

«Si estás a favor de la vida, también estás conectado en unidad y amor con lo más íntimo de tu prójimo e igualmente con el amor de los animales, las plantas y los minerales».
«En todo está Dios, el gran amor que te acompaña y te ayuda. Sé Su instrumento y experimentarás a Dios en ti».
«Los seres humanos nunca dejamos de aprender. La libertad surge del amor cósmico a Dios y al prójimo, que no puede existir sin la unidad. Por lo tanto, la unidad tiene muchos, muchos aspectos cósmicos de libertad que hay que explorar».
«Con el corazón vemos más, con el corazón sentimos más. La delicada compasión del corazón nos abre al dolor y al sufrimiento de nuestros semejantes y de las demás criaturas. Si abrimos nuestro corazón, aprendemos a comprender y entender lo que tienen que soportar. Quien se sensibiliza para ello, se vuelve poco a poco más sensitivo; su «corazón», su conciencia espiritual, se expande, porque la vida es unidad».
«El amor verdadero es la fuerza primigenia que une a todos y a todo. El amor verdadero es por tanto un poder celestial. Está en cada persona, en cada criatura, en los elementos y en todo lo que vemos y lo que no vemos. Reflexiona: el amor de Dios en ti es más grande de lo que puedas pensar, de lo que puedas comprender».

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